Mi Cuerpo, Mi Decisión: El Consentimiento en las Infancias
- Berenice Valenzuela
- 3 abr
- 3 Min. de lectura
Dedicado a los adultos y jóvenes que buscan entender y crear infancias libres.
En el marco del 30 de abril, día de la niñez en México, queremos hablar de un tema esencial: el consentimiento en las infancias. Aún hoy, muchas infancias crecen sin saber que tienen derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Como adultos y jóvenes, tenemos la responsabilidad de enseñarles que su voz importa y que merecen respeto.
¿Qué es el consentimiento y por qué es importante?

El consentimiento es dar permiso o estar de acuerdo con algo. En el caso de las infancias, significa que cada niña y niño tiene derecho a decidir quién puede tocar su cuerpo y de qué manera. Esto no solo previene situaciones de abuso, sino que también les enseña a establecer límites saludables en todas sus relaciones.
En México, las cifras de violencia infantil son alarmantes. Según la UNICEF, 6 de cada 10 infancias han experimentado algún tipo de violencia. Enseñar sobre el consentimiento es un paso clave para cambiar esta realidad.
Mi cuerpo es mío: enseñar autonomía desde pequeños
Desde temprana edad, es importante que las infancias entiendan que su cuerpo les pertenece. Esto significa que tienen derecho a decir "no" a un abrazo, beso o caricia que no desean, incluso si viene de alguien cercano como un familiar.
Ejemplo: Si una abuela quiere dar un beso a su nieto y él no quiere, en lugar de insistir, podemos decir: "Respeta su decisión, hoy no quiere besos y está bien". Así, reforzamos la idea de que su opinión es válida.
¿Y si alguien no respeta el "no"?
Si una infancia dice "no" y la otra persona insiste, debemos enseñarle que tiene derecho a alejarse y buscar ayuda. Frases como "No me gusta que me toques" o "No quiero hacer eso" les dan herramientas para expresarse con claridad.
Ejemplo: Si en una reunión familiar alguien quiere hacerle cosquillas a una infancia y él o ella dice "no", es importante que los adultos respalden su decisión en lugar de decir "Ay, no seas payaso, sólo es juego". Validar su "no" es clave para que confíen en su propia voz.
¿El consentimiento solo se aplica a los adultos?

No, también es importante enseñar a las infancias a pedir permiso antes de tocar a otros. Esto refuerza la empatía y el respeto.
Ejemplo: Si una infancia quiere abrazar a un amigo, en lugar de hacerlo sin preguntar, puede decir: "¿Te puedo abrazar?". Esto les ayuda a entender que el consentimiento es un acuerdo mutuo.
Actividades para fomentar el consentimiento en casa y en la escuela
Juego de "Sí y No": En parejas, una infancia pregunta "¿Te puedo dar un abrazo?" y la otra responde "sí" o "no". Esto les ayuda a respetar la decisión del otro sin presiones.
Lectura de cuentos sobre autonomía corporal: Hay libros infantiles que explican el consentimiento de forma sencilla y visual.
Conversaciones en familia: Hablar abiertamente sobre estos temas refuerza la confianza y previene situaciones de riesgo.
Ejemplo: Si un niño o niña está jugando con otra infancia y quiere compartir un juguete, puede preguntar "¿Quieres jugar conmigo?" en lugar de imponer el juego. Así, aprenden a respetar los deseos del otro.
Mensajes clave para recordar
Tu cuerpo es tuyo y nadie tiene derecho a tocarlo sin tu permiso.
Tienes derecho a decir "no" cuando algo te incomoda.
Los adultos deben respetar tu decisión y apoyarte si algo no está bien.
El consentimiento también se enseña a las infancias: deben pedir permiso antes de tocar a alguien más.
Reflexión final
Para cambiar la cultura del abuso y el silencio, necesitamos crear espacios donde las infancias se sientan seguras y escuchadas. La educación en consentimiento es una herramienta poderosa para construir infancias libres, seguras y respetadas. Como adultos y jóvenes, tenemos el deber de ser guías en este camino.
¡Hagamos del consentimiento un valor cotidiano en nuestra sociedad! 🌟
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