Del Love Bombing al Ghosting: cuando el amor se siente como una montaña rusa
- Psic. Carolina Salazar
- 7 oct
- 3 Min. de lectura
En la era de las conexiones rápidas y los mensajes instantáneos, las relaciones pueden sentirse como una montaña rusa emocional. Algunos comportamientos que parecen románticos al principio, en realidad pueden ser señales de alerta: el love bombing y el ghosting.
Reconocerlos no solo nos protege, sino que nos ayuda a construir vínculos más auténticos y saludables.
Imagina que conoces a alguien y, en los primeros días, te envía mensajes cada hora, hace cumplidos exagerados y parece interesado en cada detalle de tu vida. Al principio, todo es emocionante. Pero luego empiezas a notar que cada vez que no respondes rápido, la persona se molesta, insiste o te hace sentir culpable. Esa intensidad que parecía amor ahora genera estrés y ansiedad.
O piensa en otra situación: alguien con quien te llevas muy bien deja de responder repentinamente, sin explicación. Te preguntas si dijiste algo mal, si hiciste algo que provocó la distancia. Esa incertidumbre puede doler y confundir, y es exactamente lo que genera el ghosting.
¿Qué es el love bombing?
El love bombing ocurre cuando alguien llega con atención y afecto exagerados, mensajes constantes, cumplidos desbordados y promesas intensas en un corto período de tiempo. Al principio, puede sentirse como el sueño de cualquier persona: alguien que te halaga, te escucha, te adora… pero pronto empieza a mostrar su otra cara.
La intención del love bombing no es genuina conexión, sino generar dependencia emocional y control. La intensidad puede hacer que la persona que lo recibe baje sus límites, deje de cuestionar comportamientos problemáticos y acepte señales que normalmente no toleraría.
Reflexiona: si te encuentras en una relación donde los gestos parecen demasiado perfectos o abrumadores en poco tiempo, puede ser una señal de alerta. La conexión genuina crece de manera constante y equilibrada, no a través de saturación emocional.
Ojo: un estudio publicado en la revista Journal of Interpersonal Violence encontró que víctimas de love bombing reportan que la intensidad inicial de la relación disminuye su capacidad para reconocer comportamientos manipulativos, aumentando la vulnerabilidad a dinámicas de control.
¿Qué es el Ghosting?
El ghosting es el extremo opuesto: desaparecer sin explicación, cortar la comunicación de manera repentina y dejar a la otra persona con dudas y dolor. No se trata de tomar distancia temporal para reflexionar; se trata de desaparecer por completo, sin dar cierre, sin conversación, sin respeto por el vínculo.
Este comportamiento puede generar confusión, ansiedad y autocrítica: la persona que queda
“fantasmeada” tiende a preguntarse qué hizo mal, qué podría haber evitado la situación o por qué no fue suficiente.
El ghosting no es un problema de la persona que queda, sino de quien evita enfrentar la relación con honestidad y madurez emocional.
Cómo detectar patrones y proteger tu bienestar
Atención extrema al inicio de la relación: Si los gestos son demasiado intensos y rápidos, detente y observa si hay equilibrio.
Inconsistencia en la comunicación: Mensajes que desaparecen y aparecen sin explicación pueden indicar un patrón de ghosting.
Manipulación emocional: Sentimientos de culpa, dependencia o ansiedad inducidos por la otra persona son señales de alerta.
Necesidad de constante validación: Si sientes que tu bienestar depende de la atención del otro, es hora de poner límites claros.
Reconocer estos patrones no significa desconfiar de todas las personas, sino proteger tu estabilidad emocional y tus límites.
Estrategias para relaciones más saludables
Observa la consistencia: Las relaciones auténticas se construyen en el tiempo, no en gestos exagerados o desapareciendo sin explicación.
Establece límites claros: No ignores tus emociones ni tus necesidades. Puedes comunicar lo que toleras y lo que no desde el inicio.
Valida tus emociones: Es normal sentirse heride por ghosting o abrumade por love bombing. Reconocer cómo te sientes es clave para sanar y aprender.
Prioriza la calidad sobre la cantidad: Más allá de los mensajes constantes o la intensidad inicial, lo que importa es cómo te sientes con la otra persona a largo plazo.
Apóyate en tu red de confianza: Hablar con amigxs, familiares o profesionales ayuda a ver la situación con perspectiva y tomar decisiones conscientes.
La clave es reconocer estas dinámicas, poner límites y aprender a priorizar tu bienestar emocional por encima de la intensidad o la ausencia de la otra persona.
Amar de manera saludable significa relaciones consistentes, claras y respetuosas, donde ni las “bombas de atención” ni las desapariciones inesperadas definan tu estabilidad emocional.
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