El abuso en relaciones LGBTQIA+ también existe: visibilizar para proteger

El abuso en las relaciones puede afectar a cualquier persona, sin importar su edad, género, orientación sexual, identidad de género, contexto socioeconómico o corporalidad. Puedes ser el mejor alumno, una figura pública, introvertida, deportista, artista o estudiante: nadie está exento . El abuso de pareja no discrimina, y por eso, hablar de sus formas y de las realidades específicas que viven las personas LGBTQIA+ en México es urgente.

En las relaciones LGBTQIA+, las personas agresoras pueden usar las mismas tácticas de control que en las relaciones heterosexuales: violencia física, sexual, emocional y económica. Pero también se presentan formas de abuso vinculados con el contexto social, cultural y político , como la discriminación estructural o el miedo al rechazo, que pueden hacer aún más complejo reconocer la violencia y buscar apoyo.

Como persona queer con cuerpo masculino y sobreviviente de violencia sexual, sé que nuestras identidades y contextos influyen profundamente en cómo vivimos la violencia y en el acceso a los recursos para enfrentarla. Por eso, quiero compartir algunos puntos clave sobre el abuso en relaciones LGBTQIA+ que necesitamos visibilizar:

1. La homofobia y la transfobia dificultan hablar abiertamente

Muchas personas LGBTQIA+ sienten miedo de denunciar abuso o violencia sexual por temor a no ser creídas, ser juzgadas o revictimizadas. En México, el miedo al rechazo familiar, a perder el trabajo... A esto se suma que muchas veces las instituciones no están capacitadas para atender casos fuera del esquema heterosexual.

La violencia se silencia aún más cuando los prejuicios sociales asumen que el abuso solo ocurre entre hombres agresores y mujeres víctimas. Esto deja fuera a personas no binarias, hombres trans, mujeres trans, y muchas otras vivencias que merecen igual atención y justicia.

2. Amenazar con “sacar del clóset” a alguien también es abuso

Una forma común de control en relaciones LGBTQIA+ es amenazar con revelar la orientación sexual o identidad de género de la pareja. Esto puede tener consecuencias graves, desde perder un empleo o vivienda, hasta enfrentar violencia familiar o social.

El proceso de nombrarse y compartir la identidad es profundamente personal. Nadie tiene derecho a usarlo como arma.

3. La presión de mantener la imagen de “pareja perfecta”

En contextos donde la diversidad aún está estigmatizada, puede haber una presión fuerte por “mostrar que todo está bien” para validar la relación frente a la familia, amigos o la comunidad. Esto puede hacer que el abuso se oculte o minimice para no alimentar estereotipos o estigmas.

Por ejemplo, alguien puede soportar el maltrato de su pareja por miedo a que eso haga que las personas a su alrededor digan que “todas las relaciones LGBT son conflictivas”. Esto no es cierto , y no debemos cargar con ese peso.

4. El estatus serológico como herramienta de manipulación

En relaciones donde una o ambas personas viven con VIH, el diagnóstico puede ser usado como forma de chantaje o violencia. Esto incluye amenazas con divulgar el estatus sin consentimiento, impedir el acceso a tratamiento o incluso decir cosas como “si me dejas, me enfermo más o me muero”, generando culpa.

También existen casos en los que una pareja VIH positiva amenaza con transmitir el virus como forma extrema de control. Esto no solo es violencia , sino también un delito.

¿Qué podemos hacer?

Enfrentar la violencia en relaciones LGBTQIA+ implica hablar de ella, nombrarla y romper los silencios impuestos por la discriminación. También requiere espacios seguros, recursos accesibles y redes de apoyo comunitarios .

Desde colectivos hasta profesionales de la salud mental, pasando por iniciativas educativas y grupos de acompañamiento, existen muchas formas de tejer cuidado y resistencia.

Si tú o alguien que conoces está en una situación de violencia, puedes acercarte a estos recursos en México:

• Línea Nacional contra la Violencia Familiar (DIF): 800 911 25 11

• Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida (CENSIDA)

• Brigada Callejera , atención y acompañamiento a trabajadoras sexuales y personas trans.

• Casa Frida , refugio temporal para personas LGBTQIA+ en situación de violencia o desplazamiento.

• Red de Apoyo LGBT+ , espacios en línea con contención emocional, orientación y primeros auxilios psicológicos.

También puedes buscar acompañamiento psicológico con profesionales sensibilizados en diversidad. Mereces una vida libre de violencia y relaciones donde puedas ser plenamente tú misme .